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> La Habitación de Lullaby <

Tuesday, December 27, 2011

Que bonito despertarse y.. a no.

Como me gustaría que dentro de cuatro días, solamente cuatro días, mi memoria pulsase la tecla Supr. y a continuación reiniciase todo el sistema.
Ver como la luz deja de parpadear en verde, para volverse roja. Pasar al estado Off de la informática.
Me gustaría que con un simple "clic" la memoria RAM hiciese un lavado completo, ese que permite dejar todo el espacio del disco duro libre, la que nos permite volver a empezar desde cero.
Pero, por suerte o por desgracia, hace más de dieciséis años que soy un ser humano.
Un ser humano, con todo lo que eso conlleva.

Si cruzas la barrera de la amistad, puede que llegues al amor. Al más absoluto de los cielos, al momento preciso en el que tus labios y los suyos se transforman en las estrellas con las que has soñado cada noche.
Si llegas hasta allí, tendrás el premio gordo, la medalla de oro, el Oscar de los sentimientos.
Pero para poder alcanzar ese momento, antes habrás tenido que pasar por otros muchos. 
Momentos en los que tu solo, con tus pensamientos, habrás tenido que tomar decisiones.
Esas decisiones podrán haber estado influidas por las opiniones de tus amigos, de tu familia. Pero, a la hora de la verdad, eres tú quien debe valorar las decisiones que vas a tomar y las consecuencias que traerán.

Os diré que hay momentos por lo que no volvería  pasar, pero son inolvidables.
Noches en las que tuve que decidir, yo sola, si eso era lo correcto, si debía callar y seguir con mi perfecta vida, o decir toda la verdad y perder esa perfección.
En esa ocasión, tome la decisión correcta y dejé escapar a la perfección.  A la historia de dos adolescentes que habían vivido meses de cariño y horas al teléfono. Largas facturas de teléfono que lo decían todo, momentos de risas, lugares que nos pertenecían, incluso hoy lo siguen haciendo.
Pero, he de reconocer que dejarlo escapar me llevó a conocer a la imperfección. A la lujuria, al descontrol, a todo lo que yo había criticado hasta el momento. 
He de reconocer que, si ahora se diese esa situación de nuevo (la cual se ha dado), no volvería hacerlo.
Me quedaría en casa, tranquilita y sin meteduras de pata.
Porque esa es una de las historia que, después de bastantes meses, me sigue persiguiendo.

Tuesday, December 20, 2011

Let it be-

Cuando ya se acerca, las sensaciones vuelven a reunirse y retornan al comienzo de su historia.
Nacen, viven y vuelven a morir, se convierten de nuevo, en pensamientos abstractos, para poder ser recordados en las mismas fechas cada año.
Vuelven las estrellas doradas, las cintas de espumillón y el nacimiento en el salón.
Vuelven los villancicos y las luces alumbran las calles. Vuelve de nuevo el espíritu navideño y todo lo que eso conlleva.

Tú, él, ella, nosotros, vosotros y ellos, juntos o separados, pero  todos celebraremos el nuevo año.
Hay momentos que cambian la vida de las personas, pueden ser momentos que duren un verano, un mes, una semana, un día, o un solo minuto. A mi, ese último, me bastó en muchas ocasiones, durante este año, para tomar decisiones.
He de admitir que me confundí en algunas de ellas, pero si no las hubiese tomado, no habría vivido sus consecuencias. Bonitas, alegres, tristes, esperiencias imaginarias o reales, acompañada o en la más absoluta soledad.
No es que haya estado sola, no. Porque, en realidad, he estado rodeada de las mejores personas que he ido encontrando en mi camino a lo largo de estos doce meses.

Me gustaría dedicarle un minuto a cada persona que entró, se quedó o se marchó.
Decirle a cada uno de ellos lo importantes que han sido para mi, porque lo creais o no, este año ha sido el mejor con diferencia.
Ha habido alegrías, fiestas, amigos que vienen, que se van, e incluso amigos que vuelven de nuevo. Familia que te apoya, familia en la que confías más de lo que lo hacías, familia. Ha habido noches de descontrol, de desenfreno y tambien mañana de hibuprofeno. Ha habido tardes bajo el sol y mañanas de cariño, mañanas de amor y comprensión.
Ellos, a quienes recuerdo con especial cariño, porque por suerte o por desgracia, yo he cambiado mi forma de pensar y la rapidez de madurar, he cambiado gracias a ellos, a cada situación vivida.

En estos doce meses, he aprendido a perdonar, a comprender, a saber escuchar y a que me escuchen. He aprendido a perder, a ganar y a tocar fondo, pero tambien a tocar techo, el más alto de los techos de este universo.
He aprendido a querer, a amar, a echar de menos y a olvidar. He aprendido a confiar y a desconfiar, a estudiar a las personas y comprender sus actos. He aprendido que un amor dura toda una vida, que no es facil pasar página, que todo tiene un precio, un valor.
He aprendido a decir "no" y a saber cuando aceptar, cuando ceder y cuando dejar el orgullo atrás. He visto acercarse a mi vida a grandes personas, y ver como otras se alejaban, he retenido a mi lado a los mejores, a los que, pese a haber vivido momentos duros, se han quedado o han vuelto.

Doce meses que han dado para mucho, para pensar, para llorar, para reir,soñar, crecer, madurar, sonreír de verdad, añorar, para gritar un "te quiero" y para valorarlo.
Para abrazar y hacer que ese abrazo hable por si solo. Me ha dado tiempo de estudiar, de dormir, de jugar y chismorrear, pero cada vez menos, de darme cuenta de que las personas son maravillosas, que nadie es malo, que soy incapaz de odiar a una persona, a ninguna. Que el cielo no siempre es azul y que el mar puede ser verde.
Que hay que saber cuidar a las personas, a cada uno a su manera, pero no dejarlos marchar.
He aprendido a ser derrotada y a derrotar, a seguir con la cabeza bien alta y obviar los malos comentarios, los murmullos.

Pero, sobretodo, este precioso año, he aprendido a amar.
Amar a mis padres, a mis abuelos, a mis primos, a mis amigas y a mis amigos, a él. Amar a mi pasado, a mi presente y a mi futuro. Amar mi trabajo, mis aficiones y mis ratos libres.
Amar la escritura y a este blog. 
Amor a lo desconocido, a lo imposible, a las aventuras!!

Ha sido un gran año, si tuviera que resumirlo en fotos, sería fácil, pero no querría estropear vuestros recuerdos, pues estoy segura de que son diferentes a los mios.
Estoy segura de que habeis vivido tantos momentos como yo, pero de verdad, os quedareis con los buenos, con los que os han hecho sonreir, con cada amanecer y anochecer, con este invierno, aquella primavera o ese verano.
No importa, sabes que hay imágenes y personas que se conviertieron en parte de tu historia, que por muchos años que vuelvan a pasar, siempre se quedarán allí, esperando para ser recuperados y deseando que vuelvan a ser contados con la misma ilusión con la que fueron vividos.

xoxo-L

Wednesday, December 14, 2011

Dudo del "siempre" y confío en el "posible"

Tampoco creo que el mundo este hecho para mirarlo desde unos ojos llenos de lágrimas.
Ni que estas lágrimas, tengan que caer por culpa de alguien o de algo. No creo que tengamos que llegar a pensar en tristeza, dolor, sentimientos angustiosos o memorias de un día cualquiera.
Pienso que hay que llorar para liberarnos, para dar a conocer nuestros sentimientos en cada instante, porque podemos llorar de dolor, de tristeza, de alegría, nostalgia, amor, añoranza, de tenerlo todo o de no tener nada. Podemos llorar por culpa de alguien, por culpa de algo o por culpa de uno mismo.

He visto llorar por una mala nota y por una buena, he visto llorar a mi madre por mi, y a mi padre por ella.
He visto llorar a mis amigas, las unas por las otras; como una lágrima caía por sus mejillas, mientras intentaban taparla con una humilde sonrisa.
Hace tiempo, le vi llorar a él, le vi llorar y escuche cada sollozo, pude comprobar hasta donde llegaban sus lamentos. Los escuché.
Vi como ella lloraba por él; como sonreía, mientras él caminaba entrelazando sus dedos entre los dedos de otra chica, como ella seguía al pie del cañón, mientras otras hubiesen pasado página.
He visto convertirse en diamante la más triste de las lágrimas, como un simple beso podía darle al  rev. Y hacer que todo volviese al principio, que empezase y volviesen a escribirse cada uno de sus guiones.

Sin embargo, puedo asegurar que la cosa más triste que he visto,
es su sonrisa.

Su sonrisa triste cuando me escuchaba hablar de ellos.
Cada vez que me sonreía desde el otro extremo de la calle, cada mañana en la que dos besos eran suficientes para volver a creer que podían convertirse en uno solo.
Podría describir su sonrisa, incluso su risa.

Puedo asegurar que tiene cinco sonrisas.
La "borde"; esa que sale, por lo menos, tres veces al día. Esa que responde a un comentario sarcástico, a un aspecto que le ha molestado y para el que no encuentra respuesta.
La "down"; esa que, por suerte o por desgracia, suele utilizar para hacerse el gracioso, para llamar la atención. 
Esta es una mezcla entre risa y sonrisa, pues sonríe mientras deja escapar un "heeeheee" entre sus labios. 
La sonrisa "familiar" ; esta es mi preferida, es la que pone cuando esta rodeado de su familia o de sus amigos cercanos, pero con estos últimos, solo la saca cuando no hay nadie más presente. 
Es una sonrisa de confianza, de cariño, una sonrisa que dice "estaré para lo bueno y lo malo".
La "ñoña"; esa que conozco como nadie, esa que he visto de lejos y de cerca, a diez metros de mi y a un centímetro de mi boca.
Esa que esbozaba cada vez que nos mirábamos, esa que tenía como consecuencia una bajada de la mirada.
Esa que era amor y amistad al mismo tiempo, deseo y cariño a la vez.
Y, por último, la sonrisa "triste"; os puedo asegurar que no he visto nada más triste que esa sonrisa.
Es una mezcla entre impotencia y valor. Una sonrisa comprensiva y deseosa de aventurarse a nuevas vivencias. Esa que lo dice todo, sin necesidad de abrir los labios, ni enseñar los dientes.

Y, ahora, creo que ya puedo decir lo que necesitaba expresar.
¿Sabes lo que es pasar página? ¿Cuántas veces lo has hecho? ¿Cuántas veces has vuelto a empezar y cuántas has terminado? ¿Serías capaz de soñar y vivir al mismo tiempo?
¿Sabes cuál es la forma de ser feliz? ¿La forma de desprenderse de esas pequeñas lagrimitas?
Yo puedo responder a todas estas preguntas, y se las respuestas correctas.

Yo dudo del "siempre" porque no vivo en el infinito, no porque no me lo hayan demostrado, ya que puedo asegurar que lo han hecho. Personas que estuvieron, están y estarán.
Yo confío en el "posible", porque todavía no ha habido nada de lo que me he propuesto, que no lo haya logrado, pues  si algo quiero, me constará más o menos, pero lo consigo.

xoxo-L

Tuesday, December 6, 2011

Ahora elijo recordarte, no olvidarte.

De vez en cuando, vuelvo ha arrepentirme.
Vuelvo a mirar escritos, fotos, incluso mensajes de antaño.
Hay veces, en las que me doy cuenta de que sigo viviendo cerca de los que me quieren y de que soy feliz.
Otras veces, muy pocas, me da por recuperar la memoria y acordarme de tí.
Me acuerdo de esos dos años que vivimos juntos, y de los cinco que hace que no sabemos nada el uno del otro.
Puede que yo hiciese las cosas mal, que otros pasasen por mi vida, y otras por la tuya.
Es posible, que el primer año, fuese el más feliz de mi vida. Puede, y digo "puede" porque no tengo razones para decir lo contrario, que tú y yo estuviéramos destinados a dejar una huella uno el la vida del otro, una huella, nada más.

A veces, pienso en el principio. Vuelvo a leer cada palabra y, después de once años, sigo pensando que nuestra historia se merecía otro final.
Que esa noche, tendría que haber sido nuestra noche y esa mañana, pertenecernos durante toda la eternidad.
Hay ocasiones en las que vuelvo a llorar. Vuelvo a creer que no pasa el tiempo, que sigo siendo joven y que la vida es larga.
Luego vuelvo al presente y lloro de nuevo. Pienso en como ella te ha hecho feliz, en como encontraste lo que yo no supe darte en su día.
Es más, hay ocasiones en las que vuelvo por aquí y escribo como si todo siguiese igual. Como si nos hubiesemos quedado en la parada de aquel tren, con destino "el olvido".
xoxo-L

Saturday, December 3, 2011

Happiness for them

¿Recuerdas cuando él luchaba por volverte a conquistar?
o todas esas noches que pasabas colgada al teléfono, hablando y sin hablar.
Todas esas tardes en el parque. O las mañanas lloviendo.
¿Recuerdas tu primer beso? ¿y el último?
¿Recuerdas esa época en la que todo, absolutamente todo, te daba igual? ¿ o aquella llamada que te hizo recapacitar..?

Si lo haces, si eres capaz de recordar cada uno de esos momentos, te felicito.

Yo si que lo hago. Y ademas, continuamente.
Me acuerdo de cada conversación que mantuvimos, de cada vez que el me decía "te quiero" y yo le contestaba con un "no me lo digas por favor".
Me acuerdo de cada llamada, de cada noche de esos tres meses. Esas facturas kilométricas que valieron la pena.
Me acuerdo de cada mañana y cada tarde en el parque, a su lado. De cuando me volvió a conquistar.
Del primer beso, de su perfección. Y del último. Bueno, puede que del ultimo no me acuerde con precisión...
Me acuerdo de esas locuras, de cada una de ellas. De como, poco a poco, iba perdiendo la cordura.
Y me acuerdo de como él me hizo recuperarla.

Todos y cada uno de ellos han sido especiales.
Unos más, otros menos. Fueron momentos que no deben olvidarse, porque ellos son los que han hecho que hoy sea como soy, y no de otro manera.
Por ello, os doy las gracias. Por cada cosa que me habéis enseñado, buena y mala. Porque ahora soy un poquito más inteligente y sabia.

Me gustaría, que él volviera a recuperar la confianza en mí.
Que él madure y encuentre a la persona que necesita. Porque está claro que todavía no la ha encontrado.
Me gustaría, que él se diese cuenta de que no se puede ir de esa manera por la vida, que ahora es él quien se esta haciendo daño, que hay cosas que, como las haga, se arrepentirá toda la vida.
Me gustaría llamar a mi "yo" del pasado y, en el momento en el que me encontraba con cada uno de ellos, decirles que la vida les iba a sonreír, que pasase lo que pasase, yo iba a estar a su lado si me necesitaban. Me gustaría demostrarme a mi misma, que todo tiene un sentido, que las cosas no suceden porque sí. NO.
Todo tiene una razón de ser.

Ahora se lo que quiero, para mi y para ellos.
Y quiero la felicidad.
xoxo-L